Tu magia y mi luna

Una noche mágica, con luna llena y un manto de estrellas que la rodea,
ahí estás tú. Frente a mi, mirándome fijamente,
intercambiando pensamientos,
sin palabras, con miradas,
somos dos y el mundo desaparece.

Te beso, me entrego a ti en cuerpo y alma,
te hago parte de mi ser.

Te siento, me dejo llevar por la noción del tiempo,
y así pasan las horas.

A tu lado todo fluye,
todo se vuelve más intenso,
las horas se vuelven minutos en cuestión de segundos,
mi alma quiere más de ti,
mi cuerpo busca como conseguirlo.

Sigo observándote y estudiando cada parte de ti y de tu cuerpo,
ahora es cuando empiezo a admirar tus perfectas imperfecciones.

Haces que me sienta tan especial a tu lado
que sin apenas conocerte consigues que te extrañe.

Y son tus labios al besarme, los que me llevan a otra dimensión,
son tus manos al acariciarme, que calman mi agonía entre tus brazos,
haces que adore acariciar tu suave piel,
haces que tu sonrisa se abra camino para llegar a mi corazón.

No me cansaría nunca de apoyarme sobre tu pecho,
o de respirar tu aroma.

Te adoro a ti,
ahora mismo ante muchas de las cosas que creí importantes en mi vida,
llenas cada espacio vacío, cada silencio, cada suspiro.

Sabes escucharme y tienes claro como has de tratarme.

Tú, solo tu me estás haciendo vivir de un cuento una realidad.

Y son tus ojos los que me envuelven,
los que hacen que no exista nadie mas  tú,
son tus ojos los que logran intimidarme en ocasiones
y también los que hacen sacar  lo mas bonito de mi.

Eres eso que se busca y no se encuentra,
eso que aparece cuando ya uno se cansa de buscar,
eres como ese primer rayo de sol que alumbra la mañana.

Haces que un día cualquiera se convierta en un momento para recordar.

Lo haces tan natural,
que a veces no se si es un sueño,
si así lo fuera no quisiera despertar.

Eres mi más bonita casualidad.