Es de noche, hace frío y las horas no paran de pasar,
entonces diviso algo en el horizonte, la noche está bañada en oscuridad, las
farolas iluminan la acera y hacen que por fin pueda verte con algo de claridad,
entonces comienzo a observarte a lo lejos mientras escucho tus pasos al caminar.
Ojos claros, cabello castaño, con
una sonrisa que ilumina las miradas que la observan al pasar. Es un chico
aparentemente normal cuando de lejos puede verse, pero tiene algo que me hace delirar,
cuando noto que se acerca siento algo en mi interior, es difícil de
explicar e incluso de describir, esto es nuevo para mí, ¿un
sentimiento nuevo?, puede ser, quizás lo sea. Siento que es
perfecto para mí, tengo esa sensación por dentro, tiene un
bonito rostro, dulce y divertido, sin olvidar ese toque pícaro y
agresivo, con un físico muy atractivo, la combinación perfecta a mi parecer.
Su voz, calma mi inquietud y me eleva a un mundo donde mis sentidos se
multiplican, puedo sentir como con su voz acaricia cada parte de mi cuerpo, hace que me llene de paz y de sosiego, es algo
mágico, tiene la
capacidad de alterar y tranquilizar en un instante todo lo que siento.
Lo cierto es que no se ni su nombre,
pero creo conocerlo desde siempre ¿qué me
pasa? – me pregunto
– ¿será amor a
primera vista? Creo que empiezo a desvariar mientras este chico se va acercando
cada vez más.
Entonces lo veo delante del banco en el que estoy sentada y se para frente
a mí, lo miro, me mira,
nos miramos y siento como fluyen las palabras en nuestro interior. Me siento
tan a gusto y tan cómoda a su lado que no puedo evitar
pensar en la pregunta que tanto me hace dudar si esto es real ¿de dónde salió este chico? De la
nada lo vi salir y de esa misma nada ahora está junto a mí.
Con él se para el tiempo, con él vivo
cada momento, me siento feliz y alegre a su lado, hace que consiga olvidar mis
recuerdos del pasado.
Es como un ángel, apareció en el peor momento en
el que me sentía, calmó mi dolor y recobró el color a mis días, hizo que mis ojos
puedan percibir hoy el mundo de otra manera y ahora no puedo evitar pensar en
todo momento en él.
Entonces voy despertando, siento como
mis ojos se abren lentamente con la claridad del día y su
imagen va desvaneciéndose ante mis ojos, era un sueño, mi sueño
perfecto, quedaron tantas cosas por
decirse, tantas cosas por conocer, me encantaría volver a soñarle, más que soñarle me
encantaría
poderlo tener.
Son sueños que se convierten en ilusión, en una ilusión que puede hacerse
realidad mañana.
♥ SDM ♥